Del trazo al volumen Emilio Rodríguez-Larraín

Del trazo al volumen

A través del dibujo técnico Emilio Rodríguez-Larraín construye formas tridimensionales que exploran constantemente las posibilidades en el espacio, volúmenes constructivos que se conciben a través de planos y cortes arquitectónicos, que al igual que una casa, no es el artista quien los ejecuta, sino un constructor que sigue las instrucciones contenidas en el dibujo.

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Del trazo al volumen | Emilio Rodríguez-Larraín 

Emilio Rodríguez-Larraín (Lima, 1928-2015) es tal vez uno de los pocos artistas cuya vigencia y riesgo atraviesan toda forma de categorización. Simultáneamente pintor, escultor, arquitecto e instalacionista, pertenece a la generación que planteó la modernidad como ruptura con las tradiciones locales, para vincularse directamente con la vanguardia internacional no figurativa y con el espíritu original del surrealismo.

A finales de la década de los sesenta,  empieza a darse un cambio sustancial en su producción artística. Una ruptura técnica y conceptual irrumpe en su práctica del diseño de sus obras, desarrollando  una proyección espacial, a través de detallados dibujos arquitectónicos que lo vinculan directamente a una producción plástica basada en las ideas.

A través del dibujo técnico Emilio Rodríguez-Larraín construye formas tridimensionales que exploran constantemente las posibilidades en el espacio, volúmenes constructivos que se conciben a través de planos y cortes arquitectónicos, que al igual que una casa, no es el artista quien los ejecuta, sino un constructor que sigue las instrucciones contenidas en el dibujo. 

Estas ‘instrucciones’ preceden las prácticas de producción de esculturas  del siglo XXI y afirman su posición en la evolución de la historia de arte en el siglo XX, al reinventar el legado creado por su círculo de amigos como Marcel Duchamp, Man Ray, Salvador Dali y Jean Dewasne, y su propia formación de arquitecto. Este cambio de paradigma se vuelve evidente al poder contemplar al mismo tiempo ciertos dibujos técnicos y sus esculturas, donde la proyección suspendida en un espacio infinito pero cuidadosamente calculada de los dibujos, como el uso recurrente de la secuencia de Fibonacci, se materializan  en obras físicas  reales en bronce, cobre ó madera.

Del trazo al volumen presenta nueve dibujos, ocho esculturas y algunos óleos que muestran la creatividad, experimentación y producción en diversos medios donde el artista explora la intersección entre lo indeterminado y lo concreto, reflejando una constante en su carrera: la absoluta libertad creativa y la búsqueda constante de nuevos lenguajes.

Catálogos disponibles:

Del trazo al volumen de Emilio Rodriguez-Larraín inaugura el martes 06 de septiembre a las 6:00 pm La exhibición es de ingreso libre de lunes a sábado de 11 am a 7 pm.

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