Clonando cantutas
Clonando cantutas
El próximo 21 de Octubre se inaugura la muestra “Clonando Cantutas” de Valeria Ghezzi en Wu Galería compuesta por once cuadros pintados sobre finales de telas industriales donde siluetas de las flores de cantutas recortadas de revistas o sólo sus perfiles
GalerÍa
Nota de Prensa
Exhibición individual – Valeria Ghezzi
Inauguración: 23 de Octubre hasta 12 de Noviembre de 2011.
El próximo 21 de Octubre se inaugura la muestra “Clonando Cantutas” de Valeria Ghezzi en Wu Galería compuesta por once cuadros pintados sobre finales de telas industriales donde siluetas de las flores de cantutas recortadas de revistas o sólo sus perfiles, se adhieren a la superficie intervenida distribuidas en diferentes composiciones creando paisajes originales y sumamente contemporáneos por la técnica desplegada.
El proyecto se basa en cómo la apropiación de imágenes generadas por máquinas, aquellas telas reproducidas infinitamente en un patrón constante y que por ser finales son irregulares, aquellas reproducciones de imágenes digitales de revistas escogidas por el artífice o aquellas emblemáticas de nuestra historia visual tradicional pierden su aura al ser descontextualizadas y asimiladas a otra otra artificialidad.
La aplicación de las cantutas representa para Ghezzi el gesto intuitivo, orgánico y temporal donde ellas ya no representan, aquellas flores que Ricardo Wiesse perennizó sobre las laderas de Cieneguilla (en reclamo a la ley de amnistía a agentes del estado en su lucha contra la subversión en Junio de 1995 y como metáfora de los desaparecidos de La Cantuta), sino las cantutas que reafirman en su perfil emblemático la presencia de la toma de imágenes digitales masivas recortadas o dónde sus meras siluetas denominan la ausencia o vacío del contenido de dicho perfil.
Ghezzi demuestra la fragilidad y lo efímero del acto creativo, donde toda imagen es profanable si es apropiada. Al violar dicha memoria colectiva a partir de su usurpación, la reproducción y la descontextualización de imágenes en el mundo al que todos estamos expuestos significa en realidad, que no hay nada sagrado. Una vez reconocido y deconstruido, la repetición no es sino un ritual vital en el cual todos nos participamos para reinventarnos en nuestro cotidiano actual.
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