Atravesar una línea: Cuatro proyectos
Atravesar una línea: Cuatro proyectos
Desplazarse de un lugar a otro implica emprender la posibilidad de relacionarse con lo que podría ser disímil. Es atravesar la línea que separa lo que uno considera como propio en dirección a lo ajeno o lo desconocido; se trata de cambiar tras el contacto con otra realidad y adoptar otra forma de subjetivación.
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Nota de Prensa
Exhibición colectiva | Sandra Nakamura | Ana Teresa Barboza | Patricia Camet | Natalia Revilla |
Desplazarse de un lugar a otro implica emprender la posibilidad de relacionarse con lo que podría ser disímil. Es atravesar la línea que separa lo que uno considera como propio en dirección a lo ajeno o lo desconocido; se trata de cambiar tras el contacto con otra realidad y adoptar otra forma de subjetivación.
Siguiendo con sus investigaciones personales, cuatro proyectos se han desarrollado de forma independiente. La exhibición encuentra como punto común las formas de representación y conceptualización del sentido de atravesar, que involucra no solo el sentido explícito de cruzar, sino también: desplazamiento, transposición del recorrido, superación y transformación.
Sandra Nakamura. Qué lindos son tus ojos. Una instalación electro-acústica inspirada en el surgimiento del huayno con arpa como género musical propiamente limeño, resultado de la migración masiva de las últimas décadas, y su influencia en la cultura popular de la ciudad.
La instalación, busca vincular activamente al espectador, generando una relación entre la experiencia del recorrer, la interacción y la posibilidad del sonido. Así, propone a partir de la desestructuración de los arpegios en arpa que componen la estrofa de la canción Que Lindo son tus ojos, una forma de percepción que no se precisa por el reconocimiento explícito de la melodía, sino por el sonido como una experiencia inteligible activa, suspendida en el espacio y vinculada a nuestro propio desplazamiento y ritmo.
Ana Teresa Barboza. Inmersión. Bixa Orellana y Baccharis Genistelloides son los nombres de dos plantas propias de América, ambas con propiedades colorantes en su pigmentación. Desde ahí, se genera una analogía entre bordado y naturaleza, explorando las posibilidades formales de la representación del paisaje, el tejido y la transformación, oponiéndolo al vacío como metáfora de un orden natural y orgánico en el proceso de representar una imagen.
Patricia Camet. Random (800º a 1167 ºC). En la actualidad, el consumo masivo de productos elaborados en serie se ha vuelto evidentemente parte del imaginario colectivo. Desde la lectura de los elementos consumidos, puede uno adentrarse a una forma de subjetividad personal, articulada a partir del conjunto de referencias al cual apelan. En este proyecto, Camet se apropia de los restos usualmente desechados, como una huella de la ausencia del elemento consumido, interactuando con la poética de un inventario que demanda una segunda mirada desde la estética: color, contorno y forma para aludir a diversos imaginarios que se atraviesan entre sí y se presentan de forma sintetizada y elemental en el espacio.
Natalia Revilla. Tener voz nítida. La articulación del lenguaje y su expresión a través del habla tiene, además de su significado, una forma fonética casi abstracta, abierta a una interpretación amplia. Revilla, hace una selección de tres palabras Machiguengas que hacen referencia al sonido, para pensar desde ahí en la posibilidad de relacionar traducción y significado; el lado sensible de la imagen sonora como una metáfora que explora las transiciones de aquello que no tiene forma física aparentemente perceptible.
Atravesar una línea: cuatro proyectos estará abierta al público en Wu Galería [Av. Sáenz Peña 129, Barranco] desde el martes 18 de abril de 2017.
Descargable – Atravesar una línea: Cuatro proyectos
Sobre las artistas:
Sandra Nakamura [1981 – Lima, Perú]. Cursó estudios de arte en la Universidad de California San Diego y la Universidad Bauhaus en Weimar, Alemania. Su obra consiste en intervenciones temporales que articulan sobre el poder de la repetición, el incremento y la dispersión de objetos cotidianos, con un especial interés en la memoria colectiva de espacios.
Ha sido seleccionada para el programa de Becas y Residencias artísticas 2016 de CIFO, y participado como artista en residencia en el Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo [España], Pilot projekt Gropiusstadt [Alemania], Community Museum Project [Hong Kong] y Center for Contemporary Art Kitakyushu [Japón]. Ha realizado proyectos de sitio específico para Centro Abierto 09 [Perú], la I Bienal de las Américas [EEUU] y la XI Bienal de Cuenca [Ecuador].
Ana Teresa Barboza [1981 – Lima, Perú]. Desde que egresó de la Facultad de Arte de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el uso del trabajo manual se convirtió en el medio por el cual Barboza transmite una observación meditativa y poderosa del medio ambiente y nuestra relación con la realidad. El laborioso y femenino uso de manualidades se ha convertido en un sello para la artista, inicialmente centró su interés en representarse a sí misma y la relación con su cuerpo; trabajó el cuerpo como una estructura seccionada, recompuesta y decorada a través de la costura y el bordado y en “Animales Familiares” se enfoca en la conexión con sigo misma y su relación con los demás mediante el uso de animales a manera de metáfora. En “Tejiendo el Instante”, Barboza se centra en las similitudes de los procesos del tejido y el bordado con las estructuras de las plantas, que sin esfuerzo se encuentran permanentemente en crecimiento, como ficciones que nos acercan al presente y nos hacen tomar conciencia de nuestros sentidos, los cuales se dan por sentado en nuestra vida cotidiana.
Patricia Camet [1961 – New York, EEUU]. Obtuvo el M.A.E en Rhode Island School of Design en Estados Unidos. Ha realizado más de diez exposiciones individuales, entre Londres, París, Lyon, Bélgica, Perú y otras. Su obra transforma los residuos de material frágil y barato a través de moldes en yeso, en objetos de cerámica. Este proceso de apropiación artística no tiene las mismas características que la producción industrial. Cada pieza está manufacturada ligeramente diferente que la otra, y este resultado está secundado por las intervenciones de la artista. A los objetos artísticos de origen y función masiva, sin ninguna historia particular, la artista les ha asignado símbolos de expresiones y sentimentos igualmente estandardizados y masificados. Su obra forma parte de las colecciones del Muséo Real de Arte e Historia, Brabante, Bélgica; Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Mayor de San Marcos, Lima, Perú; Muséo de la Nación, Lima, Perú; MUCHO. Muséo del Chocolate, DF, México; MicroMuseo, Callao Monumental, Perú, etc.
Natalia Revilla [1981 – Lima, Perú]. Revilla es egresada de la especialidad de pintura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha realizado exposiciones individuales en Lima y Buenos Aires y ha participado en numerosas muestras colectivas en Lima, Barcelona, Chicago, Córdoba y Santiago de Chile. Su obra se encuentra en las colecciones del Tama University of Arts, Japón y el Florean Museum, Rumanía. Ha desarrollado una serie de trabajos poéticos basados en la violencia y la represión que afectaron al Perú en las décadas de los ochenta y noventa. La fuerza de sus dibujos reside en retratar escenas desgarradoras (apropiadas de documentos fotográficos) con una mirada sugestiva en donde “el ausente” es sutilmente revelado. Su actual interés está centrado en la palabra y su contenido semántico como imagen, analizando los símbolos pertenecientes a lenguajes de otras culturas, produciéndose una tensión por el desciframiento de las equivalencias de las narrativas que la artista propone, desafiando los marcos de las convenciones simbólicas.
Créditos fotográficos de la exhibición: Eduardo Hirose.
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