Reflejo
Reflejo
Desde “Reflejo” Molina centra su atención en el flujo de los ríos amazónicos y sus propiedades como disparador para generar un lenguaje pictórico. Luego se muestra interesado en la experiencia sinestésica que provoca tanto la contemplación, como la acción paralela de pintar dichos reflejos: Sinestesia (2010).
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Nota de Prensa
Desde “Reflejo” Molina centra su atención en el flujo de los ríos amazónicos y sus propiedades como disparador para generar un lenguaje pictórico. Luego se muestra interesado en la experiencia sinestésica que provoca tanto la contemplación, como la acción paralela de pintar dichos reflejos: Sinestesia (2010).
La superficie acuosa sigue desarrollándose en su lenguaje hasta llegar a su proyecto actual: El Límite (2011), el cual cuestiona esta superficie líquida de acuerdo al punto de vista del espectador y a la experiencia tanto de emerger o sumergirse, como el hecho de encontrarse en medio de ambas.
Entendiendo que el color de las cosas se transforma por medio de la superficie del agua y que también esta puede ser a su vez atravesada con la mirada, Molina busca encontrar un equilibrio entre el exterior y el mundo subacuático. El Límite narra, en secuencias de dos imágenes, una acción que irrumpe el reflejo, componiendo nuevas búsquedas entre estos dos mundos.
Su trabajo pictórico se presenta también como una línea dúctil, influenciada por estímulos como el lenguaje cinematográfico, los sonidos, las artes escénicas, la instalación tanto como por el acercamiento a la naturaleza.
Además, ha participado en varios proyectos teatrales como escenógrafo y director. Su propuesta investiga la acción y la auto constitución del tiempo a través de espacios transicionales. Las artes performativas y la pintura son usados por él como medios de amplificación de la experiencia.
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